La Musicoterapia es una práctica relacional, una terapia donde su hacer productivo está ligado a un proceso creativo. Se privilegia una relación mediatizada por la música.
El cuerpo y la voz son las herramientas de trabajo y es desde la música y el movimiento donde se pueden realizar lecturas de las dificultades o síntomas que un concurrente o el grupo trae. Las estrategias musicales serán el modo de articulación de los recursos materiales a utilizar en el intento de modificación de las dificultades que aparecen, para poderlas resolver, y así expandir el campo de la creatividad y la autosuperación.
Se plantea como objetivo, mejorar la ubicación de un sujeto en la vida, su relación consigo mismo y por consiguiente con el medio que lo rodea, aportando el lenguaje musical como medio de expresión artística y como medio de palabra.
De esta manera, la musicoterapia se perfila dentro de la institución como un espacio donde los concurrentes pueden expresar su música interior, compartirla y así resonar con la música de otros.
La realización de proyectos artísticos grupales es también objetivo de este espacio, en tanto la experiencia modifique al sujeto aportándole significantes en la construcción de identidad.